Ingredientes:
-
400–500 g de bacalao desalado (puede ser desmigado o en trozos)
-
4 huevos
-
1 cebolla grande
-
2 dientes de ajo
-
2 patatas medianas (opcional, para hacer una base)
-
2 tomates maduros o 200 g de tomate triturado
-
Aceite de oliva virgen extra
-
Pimienta negra
-
Pimentón dulce (opcional)
-
Sal (solo si el bacalao lo requiere)
-
Perejil fresco o cebollino para decorar
Preparación:
-
Precalentar el horno a 180 ºC (calor arriba y abajo).
-
Preparar las patatas (opcional):
-
Pelar y cortar las patatas en rodajas finas.
-
Freírlas ligeramente en aceite hasta que estén tiernas pero no doradas. Escurrir y reservar.
-
-
Sofrito de base:
-
En una sartén, calentar aceite y pochar la cebolla cortada en juliana junto con los ajos picados.
-
Cuando esté blanda, añadir el tomate rallado o triturado.
-
Cocinar a fuego medio unos 10–15 minutos, hasta que el tomate esté bien reducido.
-
Añadir el bacalao desmigado y cocinar unos minutos hasta que empiece a soltar su jugo.
-
Opcionalmente, añadir una pizca de pimentón o pimienta.
-
-
Montar la fuente para hornear:
-
En una fuente de horno, colocar una capa de patatas (si se usan).
-
Encima, repartir el sofrito con el bacalao.
-
Hacer 4 huecos en la mezcla y cascar un huevo en cada uno.
-
-
Hornear:
-
Hornear durante unos 8–10 minutos, o hasta que las claras estén cuajadas pero las yemas aún ligeramente líquidas (ajusta al gusto).
-
-
Servir:
-
Sacar del horno, espolvorear con perejil o cebollino picado.
-
Servir caliente, acompañado de pan o una ensalada verde.
-
Variantes:
-
Puedes añadir pimientos del piquillo, guisantes o espinacas al sofrito.
-
También puedes hacerlo sin patata y servirlo como cazuelita, tipo tapa o entrante.
-
Si deseas una versión más suave, sustituye el tomate por nata o leche evaporada, y gratina ligeramente con un poco de queso.